Los ecos por el tuiteo del embajador en el Reino Unido, Carlos Sersale, se hicieron sentir en la sesión de hoy en el Senado. Magdalena Odarda, senadora por Río Negro, exigió la salida del diplomático de la embajada en Londres. «Voy a pedir la renuncia del señor embajador Sersale y, en caso de que no renuncie voluntariamente, voy a pedir al Poder Ejecutivo Nacional que lo separe de su cargo por haber incurrido en el grave delito de traición a la patria», dijo la legisladora.
Sersale quedó en el ojo de la tormenta por un tuit que aludía a los kelpers como «máximas autoridades de las islas». Ocurrió el viernes pasado; luego de ello, Sersale envió una nota de disculpas al canciller Jorge Faurie. «Las legítimas autoridades de las Islas Malvinas, Georgias y Sadwinch del Sur, y los espacios marítitmos circundantes son el Gobierno Nacional y el Gobierno de Tierra del Fuego», quiso aclarar.
Odarda no fue la única que se refirió al episodio en la sesión de hoy. Fernando “Pino” Solanas apuntó que las expresiones del embajador “afectan directamente a la Constitución Nacional y menoscaban y agravian a los tres poderes, este cuerpo no lo puede dejar pasar». Para el senador fueguino, José Ojeda, lo ocurrido, “sienta un gravísimo precedente ya que podría conformar la figura técnica de aquiescencia, entendida como reconocimiento tácito».
Ayer, la Cámara de Diputados citó a Sersale a dar explicaciones. La iniciativa contó con el apoyo del oficialismo y la oposición. El embajador se había referido en Twitter a “las máximas autoridades de la isla” y luego, ante el repudio, corrigió el tuiteo y volvió a publicarlo sin el reconocimiento a “las máximas autoridades de las islas”. El motivo de su tuiteo había sido un viaje del empresario Eduardo Eurnekian a las islas, donde lo recibieron el gobernador inglés y el embajador británico en Buenos Aires, Mark Kent. Pese a la corrección, la polémica ya había estallado.
