En su primera participación en la cumbre del G-20 el presidente español Pedro Sánchez aseguró que España está comprometida con el multilateralismo y subrayó el liderazgo que tiene su país en cuestiones migratorias. “Hemos conseguido vencer una suerte de fuerte resistencia de algunos países a evitar el tratamiento de los refugiados y la inmigración. Y además, hemos transmitido a nuestros colegas del G-20 que no podíamos volver a casa sin mandar un mensaje claro porque estamos hablando de una cuestión global que necesita una respuesta global,” lanzó ayer el español, minutos después de conocerse el documento final de la cumbre de presidentes. Agregó que consiguió que ese punto se mantenga el año que viene bajo la presidencia japonesa. “La cooperación internacional tiene que jugar un papel clave en esto”, apuntó.
Con una economía mundial amenazada por tensiones proteccionistas, Sánchez consideró que uno de los éxitos de la cumbre fue dar confianza a los agentes económicos sobre la necesidad del multilateralismo. “Este ha sido el motor del crecimiento, del empleo y del desarrollo económico que permite alcanzar cuotas de bienestar”, calificó. Otro de los puntos de acuerdo entre los 19 países, y que ninguno ha detallado, fue la reforma de la Organización Mundial del Comercio que según Sánchez es una muestra más del fortalecimiento del intercambio multilateral.
En cuanto al cambio climático no tuvieron un acuerdo unánime. “Persisten las diferencias entre Estados Unidos y el resto de los países del G-20”, afirmó con tono un poco quejoso. Sin embargo afirmó que la declaración asegura el compromiso inequívoco de los 19 países con los acuerdo de París.
En su calidad de anfitrión, el presidente argentino Mauricio Macri logró colar en las conversaciones de la cumbre algunos de sus temas preferidos: el futuro del trabajo y la reforma educativa. Sánchez se mostró a gusto con esas iniciativas. Llegando al final de su conferencia, afirmó que las preocupaciones de Argentina están alineadas con los objetivos de su gobierno y enfatizó en la necesidad de adaptar la formación profesional española al servicio de la revolución digital.
Para cerrar dos días de varias reuniones bilaterales que incluyeron encuentros entre Sánchez y sus pares sudafricano, indio, canadiense, y argentino, el mandatario de la Moncloa celebró con entusiasmo el acuerdo firmado: “los miembros del G-20 estamos intentando avanzar en una gobernabilidad global más justa e inclusiva y España no escatimó esfuerzos para ello. Estamos satisfechos con la declaración.” Además afirmó el valor de un espacio como el G-20, en un momento donde no abundan espacios de encuentro: “el valor que tiene esta cumbre es extraordinario, sobre todo en un momento como este donde una potencia importante del mundo está cuestionando el multilateralismo. Cada vez hay menos espacios para reunirse, hablar y diagnosticar y por eso a mí me parece que este espacio tiene un valor extraordinario. Y la Unión Europea en su conjunto ha jugado un papel clave”.
Las últimas palabras oficiales del presidente de gobierno español fueron sobre la reciente reprogramación del superclásico. Ante la preocupación de varios periodistas sobre el despliegue de la seguridad, Sánchez se mostró sereno: “Para España es un honor el poder albergar el superclásico entre Boca y River. España siempre estará del lado del deporte y la convivencia, vamos a desplegar todo el aparato de seguridad que siempre se ha usado en todo evento deportivo, como ya se ha hecho en Madrid, para que solo participen los deportistas y el gran pueblo argentino. Si puedo ir, iré”