Montar el árbol de Navidad es una de las tradiciones que aquellos que celebran esta fiesta esperan con más ilusión. En algunos hogares es casi un ritual con pasos estrictos y medidos y un orden que deben seguir para que su abeto se convierta en el ser más engalanado y llamativo de toda la casa. Otros le dan menos importancia y optan por convertirlo en una convención social más que en un elemento decorativo en torno al que disfrutar de las fechas. Sea como fuere, es raro encontrar un lugar en el que falte un arbolito de Navidad.
En 2012, un equipo de estudiantes de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), desarrollaron un sistema que permitía conocer la forma perfecta para decorar un árbol de Navidad. El equipo desarrolló una calculadora que, a partir de cuatro fórmulas matemáticas, predecía el número perfecto de bolas, espumillón y luces que se necesitaban para decorar de manera óptima un árbol según la altura. Así, para decorar un árbol de 180cm se necesitarían: 37 bolas, 565 centímetros de luces navideñas y 919 centímetros de espumillón. En cuanto al tamaño que debería tener la estrella que lo corona, se calcula dividiendo la altura del árbol en centímetros entre 10.