En el marco de la segunda reunión que mantuvieron autoridades del ministerio de Producción de la provincia y referentes de Eyelit el viernes, se pidió extender el plazo para definir el destino de la firma en Catamarca.
La empresa pidió que un tercer encuentro se realice a mediados de la próxima semana –el plazo es el miércoles-, luego de que los técnicos determinen la factibilidad de reapertura de la planta, señaló a EL ANCASTI el secretario general del Sindicato de la Industria del Vestido (SOIVA), Raúl Rivero.
Con la propuesta de un paquete de asistencia directa que incluye medidas salariales como para su producción, el Gobierno de la provincia propuso a la empresa quedarse y reabrir la planta.
La propuesta incluye la incorporación de los programas de Recuperación Productiva (REPRO), que benefician a la patronal haciéndose cargo de un porcentual del sueldo del operario; mientras que por parte del Gobierno nacional y bajo la intervención de la cartera de Producción se podría poner a disposición de la firma una reducción impositiva. La propuesta consistiría en dos líneas de asistencia: aportes no reintegrables para subsidiar cargas sociales y beneficios en el pago del impuesto a las Ganancias.
A grandes rasgos incluye el adelanto del mínimo no imponible, con el descuento de $12.000 de la base imponible del cálculo de las alícuotas de aportes patronales que se extenderá entre noviembre de 2018 y diciembre de 2019.
También a nivel local se le propuso incorporarse al programa de subsidio al flete, para compensar los costos de traslado de la mercadería, entre otros.
Cierre
La firma que cerró sus puertas semanas atrás dejó sin trabajo a 58 catamarqueños, muchos con avanzada edad y con muchos años de servicio. Sin embargo, continuó sus operaciones en la planta de Buenos Aires.
En el mes de abril la firma había presentado un concurso preventivo de crisis, pero ni los trabajadores ni el Gobierno local esperaban que terminara de la peor manera.
El cierre de Eyelit fue otro duro impacto en la industria textil local, luego del cierre de Alpargatas y Calzados Catamarca, que engrosó la lista de pérdida de fuentes laborales, en cuestión de meses.
Mientras el Gobierno lanzó una batería de medidas para retener a la empresa, los trabajadores se mantienen en la lucha con el acampe a puertas de la planta.
Desde el mismo día del cierre, los trabajadores se apostaron a puertas de la fábrica con la intención de evitar que se continúe con el desmantelamiento por parte de los propietarios y haciendo valer sus derechos. Desde ese día siguen paso a paso las negociaciones con ilusión, pero sin generarse falsas expectativas.
“No quieren sacar conjeturas de nada, quieren ver cuál es la respuesta de la empresa, para analizarlo, no quieren crearse falsas expectativas”, dijo Rivero sobre la situación de los despedidos.
La lucha los unió en la exigencia de que la firma al menos cumpla con el pago total de las indemnizaciones, ya que cerró sin mediar palabras, aprovechando el receso de los trabajadores, propuesta a la que habían accedido para colaborar en la situación económica que afrontaba a empresa. Tras el cierre llegaron las propuestas irrisorias como indemnizar con maquinaria, algo que rechazaron de plano, al igual que las compensaciones a un 30%. Incluso fue el propio Gobierno el que cuestionó como procedió la firma, luego de que se le propusiera apoyo semanas atrás para paliar la crisis