El fin del subsidio nacional para el transporte público de pasajeros en todo el país puso en jaque a las provincias, que de ahora en más deberán hacerse cargo de la asistencia para el funcionamiento del servicio en cada jurisdicción. A nivel local ya se anunció que se extremarán los controles para mantener el Boleto Escolar gratuito.
Desde el Ministerio de Servicios Públicos se informó que para poder mantener el servicio destinado a los estudiantes catamarqueños se extremarán los controles y quienes no cumplan con todos los requisitos serán dados de baja del beneficio.
Mientras que extraoficialmente se indicó que no hay garantías de que se mantenga la cobertura a todos los niveles educativos, tal como se hizo hasta el 2018.
Para brindar el servicio durante este año escolar, la Provincia buscará ahorrarse varios miles de pesos, para poder asistir al transporte en general, luego de la pérdida del beneficio nacional.
El director de Transporte, Guillermo Matterson, había señalado que para este año se presupuestaron $240.000.000 para financiar el servicio, en tanto que unos $80 millones estarán destinados al Boleto Escolar.
Según se conoció, uno de los requisitos que se busca aplicar a rajatabla es el beneficio para aquellos usuarios que viven a más de 12 cuadras del establecimiento escolar. Durante el año pasado, se comprobaron muchos casos en que los usuarios vivían a poca distancia de la escuela, pese a ello se mantuvo la asistencia.
Otro de los puntos en cuestión es que se controlará el ingreso familiar. Tal como se había establecido al momento de la implementación del beneficio, los ingresos del grupo familiar no deberán superar el tope de $20 mil. Así en casos en que alguno de los padres haya logrado un incremento salarial y lleguen a superar ese monto, también serán dados de baja.
Estos dos casos fueron de los más comunes detectados durante el año pasado, pese a ello en la mayor parte de los casos se mantuvo el beneficio.
Hoy la intención es que “el beneficio llegue a quienes corresponde”, se indicó desde el organismo. Es que el boleto surgió como una herramienta destinada a apoyar la escolaridad en las familias de escasos recursos, pero terminó ampliándose a todos quienes lo solicitaban.
Hasta el 2018, un total de 33 mil estudiantes utilizaron el Boleto Escolar, entre usuarios del sistema SUBE y chequeras que aún se distribuyen en el interior de la provincia. De ese total alrededor del 90% se maneja con SUBE, es decir que unos 29.500 usuarios se manejaron durante el período escolar pasado bajo ese sistema. Mientras que Capayán, Santa María, Belén y otros departamentos mantienen las chequeras.