Por unanimidad los jueces de la Cámara en lo Criminal Penal de Segunda Nominación de Catamarca, condenaron ayer martes, al médico Luis Villalobos, acusado de ultrajar a cuatro mujeres mientras les hacía ecografías. La sentencia, coincidió con el pedido del fiscal Gustavo Bergesio, quien además solicitó la inhabilitación de por vida para ejercicio de la profesión para el galeno.
El debate inició el 16 de agosto. Villalobos llegó acusado de 7 hechos; dos de abuso sexual gravemente ultrajante, tres de abuso sexual simple, y dos de abuso sexual en grado de tentativa. Todos fueron cometidos mientras ejercía su profesión en la Maternidad 25 de Mayo y sin tener especialización en diagnóstico por imagen.
Durante las cuatro jornadas en las que se desarrolló el juicio se escucharon las voces de las víctimas, quienes ratificaron los hechos, así como de los peritos psicólogos y psiquiatras, psicólogas particulares y médicos especialistas.
Tras escuchar la sentencia, una de las víctimas le dijo emocionada: “Siento alivio y paz. Siento que me saqué de encima la agonía que me tenía tan mal, ahora respiro, ahora cambia mi vida, ahora volveré a ser la de antes sonriente llena de vida. Volví a nacer, es un triunfo de mi fortaleza y el sostén de mi abogada Silvia Barrientos, psicóloga, mi novio, mis hijos, mi padre, mis hermanas y mis fieles amigas y amigos que los elegí como familia. Doy gracias a Dios por esta justicia ejemplar y a los jueces y al fiscal me devolvieron las ganas de vivir”.
Por su parte, Barrientos, quien fue abogada de las cuatro víctimas, señaló que los desgarradores relatos de las mujeres y las consecuencias que tuvieron luego de encontrarse con Villalobos, confirmaron lo que la psicóloga de una de sus defendidos dijo durante su testimonio que “Un abuso sexual es un homicidio a la psiquis”.
Como querellante, la mujer pidió la pena de 18 años para el médico y enmarcó los casos como violencia de género. “Nosotros consideramos que al no tener la especialidad en diagnóstico por imagen, no estaba autorizado a ejercer y menos en un organismo público. Además, resaltamos que cometió los hechos en un contexto de asimetría de poder, porque cuando están adentro del consultorio las pacientes están entregadas. Fue sádico y perverso, porque una de las denunciantes tenía en ese momento un dolor físico muy fuerte por un DIU incrustado y las otras tres estaban sensibles porque se hacían los estudios para saber si podían ser donantes de riñón para su madre”, contó.
Durante los alegatos, el fiscal Bergesio como representante de la acusación, centró su análisis en el abuso sexual. Consideró que si bien los siete hechos por los que fue llevado a proceso el imputado eran los mismos, para su mejor juzgamiento era adecuado reagruparlos en cuatro (dos gravemente ultrajante y dos de abuso simple). Luego de indicar los elementos que valoraba a favor y en contra del médico, concluyó solicitando para el facultativo la pena de 14 años de prisión y requirió al tribunal la inhabilitación perpetua para ejercer la profesión. Además, también lo contextualizó en el marco de la convención de Belem Do Pára.
La defensa cerró la audiencia. Fernando Contreras, en un extenso alegato, criticó la postura de la Fiscalía, manifestando que la cuestión que debía dilucidarse era un tema médico y que bajo esos términos debía juzgarse a su defendido. Rechazó el pedido de condena por ausencia de pruebas y el pedido de indemnización efectuado por las víctimas.
Concedida la última palabra Villalobos aseguró no haber cometido delito alguno. Además, dijo que era una persona de buena familia, que su padre fue funcionario judicial y que fue criado con buenos valores, incluso relató que está a favor de las “dos vidas”.
Luego de una larga deliberación, el Tribunal en forma unánime lo declaró culpable y tras leerle la sentencia ordenó que abone a las víctimas sumas dinerarias que oscilaron en los $250.000 a cada una en concepto de indemnización.
Hechos
Los primeros hechos fueron denunciados por tres mujeres, dos hermanas y su tía. Las tres habían concurrido con su madre a la Maternidad para hacerse estudios de compatibilidad y así determinar si podían donarle un riñón a la mujer. El médico, las atendió por separado y una tras otra las fue ultrajando, incluso tocándolas con sus manos.
Tras esta situación que las dejó traumadas, la madre, por culpa y también afectada abandonó el tratamiento y su posibilidad de cambiar su salud y su vida.
La cuarta víctima, había concurrido a la Maternidad por un fuerte dolor abdominal. Tenía un DIU incrustado que debía sacarse, pero necesitaba una ecografía intravaginal para saber el lugar en donde estaba. Villalobo, sin ningún tipo de escrúpulos por su dolor, realizó el procedimiento de manera tal que la mujer a cinco años de sucedidos los hechos aún necesita tratamiento psicológico y psiquiátrico.
Acompañamiento
Mujeres autoconvocadas y feministas acompañaron los cuatro días de debate a las víctimas y solicitaron una condena ejemplar para le médico.